"Para entender lo inconmensurable, la mente tiene que estar extraordinariamente quieta, tranquila."
J. Krishnamurti
Nosce te ipsum...

En el templo de Apolo en Delfos aparecía inscrito aquel célebre aforismo "Nosce te ipsum" o "Conócete a ti mismo". Esa antigua frase que nos inspira a mirarnos por dentro, a conocer nuestro mundo interior antes de enfocarnos en el mundo exterior. Al reflexionar sobre los problemas que aquejan a nuestra sociedad, pienso que para elevar nuestro desarrollo humano debemos repensar esa célebre frase, “nosce te ipsum”.
Nací y me crié en el Valle del Toa, en las riberas del Rio La Plata, donde se unen los pueblos de Toa Alta, Toa Baja y Dorado, Puerto Rico. Ese escenario entre valles, ríos y montañas, árboles de flamboyán, almendros, algarrobos, mangó y cielos azules fue la infraestructura natural de mis primeros años de vida.
Me encantaban las clases de historia, el arte, la música, la poesía y la naturaleza. Durante mis años escolares, fui miembro de las Niñas Escuchas y de los Clubes 4-H del programa de Extensión Agrícola. También estudié música, solfeo y flauta en la Banda Municipal de Toa Alta. Asimismo, pasaba horas dibujando y aprendiendo a tocar la guitarra con los libros de Rafael Pilo Suárez. También practiqué el tenis de mesa, competí en torneos escolares y obtuve el primer lugar durante varios años. La poesía también me atraía y, en mi último año en la escuela, en el certamen literario de Cayita, la célebre maestra de historia, obtuve el máximo galardon con el poema "El Pensar de Borinquén".
Soñaba con estudiar historia en la Universidad de Puerto Rico, pero la vida me llevó por otros rumbos. Obtuve un bachillerato en Contabilidad en la Universidad de Puerto Rico en Bayamón y una maestría en Administración de Empresas en la UPR en Río Piedras. Posteriormente, obtuve una maestría en economía y un doctorado con especialidad en economía ambiental y recursos naturales de Ohio State University en Columbus, Ohio. Durante casi 20 años, me he desempeñado como catedrática en el Departamento de Economía del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, donde disfruto de la enseñanza de la economía y de su conexión con el mundo que nos rodea. Además, soy miembro de la junta directiva de la Sociedad Mesoamericana de Economía Ecológica con sede en Costa Rica, donde hemos organizado varias actividades de alcance nacional e internacional.
También soñaba con viajar el mundo. En mis años universitarios fui miembro de una organización estudiantil llamada AIESEC (Asociación Internacional de Estudiantes en Ciencias Económicas y Comerciales). A través de esta organización realicé un internado internacional con la empresa disquera CBS Columbia Internacional en la Ciudad de México. Posteriormente, obtuve una beca de la Secretaría de Relaciones Exteriores de la República Mexicana para realizar trabajos de investigación en el Centro de Investigación y Docencias Económicas de la Ciudad de México. Esas experiencias, sin duda, cambiaron mi forma de ver la vida, me ayudaron a comprender los problemas económicos de ese país y sirvieron de inspiración para continuar estudios doctorales en economía.
He impartido clases a miles de estudiantes universitarios, pero también he aprendido de sus inquietudes, de sus risas, de su creatividad, de la frescura de sus ideas. He tenido la oportunidad de incorporar la música y el arte en la enseñanza de la economía. Asimismo, la relación de la economía con el mundo que nos rodea me ha motivado a organizar un sin número de viajes estudiantiles, a través de todo Puerto Rico, Argentina y Cuba.
Un día descubrí que para alcanzar mi bienestar y el bienestar de los países y de sus ciudadanos, es necesario que nos conozcamos a nosotros mismos, que redescubramos las interconexiones humanas y ecológicas que nos rodean, que nos reencontremos con las visiones unificadoras, holísticas y solidarias que nos legaron nuestros ancestros, que reconozcamos que somos parte de algo más grande que nosotros mismos y que vivimos en un mundo interconectado.
A través de este espacio, comparto esos conocimientos y experiencias que han guiado mi vida. En este viaje, me han acompañado muchas personas, mi familia, mis amistades, mis maestros, mis estudiantes y todas las personas con las que, de una forma u otra, me he cruzado en el camino. Gracias por enriquecer mi vida y mi alma. De todos he aprendido, y continuo aprendiendo, cosas maravillosas.
Nací y me crié en el Valle del Toa, en las riberas del Rio La Plata, donde se unen los pueblos de Toa Alta, Toa Baja y Dorado, Puerto Rico. Ese escenario entre valles, ríos y montañas, árboles de flamboyán, almendros, algarrobos, mangó y cielos azules fue la infraestructura natural de mis primeros años de vida.
Me encantaban las clases de historia, el arte, la música, la poesía y la naturaleza. Durante mis años escolares, fui miembro de las Niñas Escuchas y de los Clubes 4-H del programa de Extensión Agrícola. También estudié música, solfeo y flauta en la Banda Municipal de Toa Alta. Asimismo, pasaba horas dibujando y aprendiendo a tocar la guitarra con los libros de Rafael Pilo Suárez. También practiqué el tenis de mesa, competí en torneos escolares y obtuve el primer lugar durante varios años. La poesía también me atraía y, en mi último año en la escuela, en el certamen literario de Cayita, la célebre maestra de historia, obtuve el máximo galardon con el poema "El Pensar de Borinquén".
Soñaba con estudiar historia en la Universidad de Puerto Rico, pero la vida me llevó por otros rumbos. Obtuve un bachillerato en Contabilidad en la Universidad de Puerto Rico en Bayamón y una maestría en Administración de Empresas en la UPR en Río Piedras. Posteriormente, obtuve una maestría en economía y un doctorado con especialidad en economía ambiental y recursos naturales de Ohio State University en Columbus, Ohio. Durante casi 20 años, me he desempeñado como catedrática en el Departamento de Economía del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, donde disfruto de la enseñanza de la economía y de su conexión con el mundo que nos rodea. Además, soy miembro de la junta directiva de la Sociedad Mesoamericana de Economía Ecológica con sede en Costa Rica, donde hemos organizado varias actividades de alcance nacional e internacional.
También soñaba con viajar el mundo. En mis años universitarios fui miembro de una organización estudiantil llamada AIESEC (Asociación Internacional de Estudiantes en Ciencias Económicas y Comerciales). A través de esta organización realicé un internado internacional con la empresa disquera CBS Columbia Internacional en la Ciudad de México. Posteriormente, obtuve una beca de la Secretaría de Relaciones Exteriores de la República Mexicana para realizar trabajos de investigación en el Centro de Investigación y Docencias Económicas de la Ciudad de México. Esas experiencias, sin duda, cambiaron mi forma de ver la vida, me ayudaron a comprender los problemas económicos de ese país y sirvieron de inspiración para continuar estudios doctorales en economía.
He impartido clases a miles de estudiantes universitarios, pero también he aprendido de sus inquietudes, de sus risas, de su creatividad, de la frescura de sus ideas. He tenido la oportunidad de incorporar la música y el arte en la enseñanza de la economía. Asimismo, la relación de la economía con el mundo que nos rodea me ha motivado a organizar un sin número de viajes estudiantiles, a través de todo Puerto Rico, Argentina y Cuba.
Un día descubrí que para alcanzar mi bienestar y el bienestar de los países y de sus ciudadanos, es necesario que nos conozcamos a nosotros mismos, que redescubramos las interconexiones humanas y ecológicas que nos rodean, que nos reencontremos con las visiones unificadoras, holísticas y solidarias que nos legaron nuestros ancestros, que reconozcamos que somos parte de algo más grande que nosotros mismos y que vivimos en un mundo interconectado.
A través de este espacio, comparto esos conocimientos y experiencias que han guiado mi vida. En este viaje, me han acompañado muchas personas, mi familia, mis amistades, mis maestros, mis estudiantes y todas las personas con las que, de una forma u otra, me he cruzado en el camino. Gracias por enriquecer mi vida y mi alma. De todos he aprendido, y continuo aprendiendo, cosas maravillosas.