![]() Las revoluciones industriales, científicas y tecnológicas han dejado huellas indelebles en la humanidad. Hemos podido constatar un aumento dramático en la producción mundial de bienes y servicios, así como las expectativas de vida, los niveles de ingreso y la población mundial. Asimismo, nuevos procesos industriales y tecnológicos revolucionaron la generación de energía eléctrica, reemplazando antiguas formas de producción y consumo, atadas a los ciclos de la naturaleza, por maneras más rápidas, ágiles y rentables. Como cualquier actividad económica, la generación de energía eléctrica produce beneficios, pero también costos, sobre todo cuando ésta es producida a partir de combustibles fósiles. Los costos externos o externalidades negativas son costos transferidos a terceras personas o a la sociedad sin que medie compensación alguna. Estos costos tienen impactos dañinos sobre las partes afectadas, en forma de contaminación, deterioro ambiental o daños irreparables a la salud, incluyendo cáncer, reducción en las expectativas de vida, pérdida de días laborables, casos crónicos de bronquitis o problemas respiratorios y cardiacos. A pesar de esto, las secuelas negativas de estas actividades continúan aumentando. Estas situaciones son reportadas diariamente a través del Atlas de Justicia Ambiental desarrollado por el reconocido economista ecológico, Joan Martínez Alier, y su grupo de trabajo en la Universidad de Barcelona en España. Al día de hoy, se han documentado sobre 2,200 casos de conflictos sociales a nivel global, incluyendo conflictos con el uso de combustibles fósiles, extracción de minerales, explotación de recursos, desperdicios, actividades turísticas o con la biodiversidad, entre otros. Puerto Rico también se enfrenta a múltiples situaciones de actividades que resultan en daños o costos sociales que, muchas veces, son ignorados. Recientemente, el Atlas publicó ocho conflictos documentados por mis estudiantes en el curso de Problemas Especiales en Economía del Departamento de Economía del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico. Entre los trabajos publicados se encuentran:
El caso de las emisiones tóxicas de la planta generatriz de la AEE en Palo Seco, es un caso concreto de daños a la salud, las cuales han sido atadas a la alta incidencia de cáncer y problemas respiratorios en la población de Cataño. Luego de reclamaciones por parte de la comunidad y de un proceso judicial, la AEE fue encontrada culpable de emitir gases tóxicos. El depósito de las cenizas de carbón en Peñuelas, producto de la generación de energía eléctrica con fuentes de carbón, también ha generado grandes controversias y protestas durante los últimos meses. Las comunidades afectadas, así como ciudadanos y organizaciones de diversos sectores del país se han movilizado para proteger la salud, el ambiente y el bienestar de la población. Existe evidencia de que las cenizas de carbón pueden causar daños a la salud. Por ejemplo, en un estudio realizado en Guayama, por investigadores del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, se encontró que los vecinos de este pueblo tienen 2.5 veces más probabilidad de padecer de asma, 2.2 veces más sinusitis, 3.2 veces más bronquitis y 7.6 veces más urticaria, en relación con residentes del pueblo de Fajardo. A pesar de esto, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en Inglés), agencia encargada de proteger la salud humana y el ambiente en los Estados Unidos y Puerto Rico, insiste en que "no han identificado 'riesgo inminente' a la salud o al ambiente que justifique su intervención en la comunidad". Aunque alrededor del mundo se han implantado diferentes enfoques para regular la intensidad de la actividad que genera los costos sociales, incluyendo los impuestos, los enfoques de comando y control y, más recientemente, los incentivos económicos, el aumento en los costos externos de generar energía eléctrica, se ha convertido en una fuente creciente de preocupación social y ambiental. Varias investigaciones en Europa, Estados Unidos, Australia y Chile, entre otros, se han enfocado en estimar el costo externo de la generación de energía eléctrica, incluyendo el costo a la salud y al ambiente. Por ejemplo, un estudio realizado en Europa en el 2015 encontró que los costos externos de producir energía eléctrica con combustibles fósiles, mayormente asociados a la salud y al cambio climático, fueron equivalentes a entre 20% y 52% de su costo total. Mientras, los costos externos de generar energía eléctrica con energía renovable fueron bajos, aunque no cero, en comparación con los costos externos de los combustibles fósiles. Otro estudio realizado en el 2014 en el estado de Minnesota situó entre $1.041 y $3.562 miles de millones el costo externo de producir energía eléctrica con combustibles fósiles, principalmente asociado con impactos negativos sobre la salud, el ambiente y el cambio climático. El estimado de los daños causados por la generación de energía eléctrica es importante porque nos sirve de guía para establecer niveles apropiados de actividad y control. Igualmente, nos provee un punto de partida para establecer política pública sensata y la posibilidad de introducir nuevos incentivos y esquemas innovadores para la provisión de energía renovable en Puerto Rico. Sin embargo, muchas veces el tiempo para realizar estos estudios y la disponibilidad de los datos necesarios, entre otros factores, evitan que los mismos se puedan incorporar apropiadamente al proceso de toma de decisiones. Mientras tanto, el ambiente, la salud, la calidad de vida y el bienestar de las personas en estas comunidades continúan deteriorándose. No hay duda de que el crecimiento ha traído beneficios a la humanidad, pero el crecimiento también tiene un costo. Muchas veces el costo es externalizado y la generación de energía eléctrica no es la excepción. Además, es evidente que si se traspasan los límites de la racionalidad, el deterioro de la economía, de la sociedad y del ambiente es inevitable. Enlaces: Environmental Justice Atlas Generación de energía y daños ignorados Salud confirma que las cenizas de carbón sí son tóxicas La EPA insiste en que las cenizas no son peligrosas En evidencia toxicidad de cenizas en Peñuelas Bomba de tiempo las cenizas de carbón How Toxic Is Coal Ash? A Laboratory Toxicity Case Study Coal Ash: Hazardous to Human Health *Publicado originalmente en Endi.com bajo el título "Generación de energía y daños ignorados".
0 Comentarios
Deja una respuesta. |